Restaurante en Córdoba.
Sociedad Plateros María Auxiliadora.
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Receta de Almejas a la marinera, como se hace.

Con Manolo Bordallo en el Restaurante Sociedad Plateros Maria Auxiliadora de Cordoba.

Receta de Pollo en pepitoria, como se hace.

Con Manolo Bordallo en el Restaurante Sociedad Plateros Maria Auxiliadora de Cordoba.

Territorio con aroma de azahar. La Vega del Guadalquivir.


Por Alejandro Ibáñez

Un paisaje ondulado formado en el Terciario e ideal para su explotación agrícola, con cerros testigo que se convirtieron en pueblos–fortalezas para ir evolucionando a importantes agrociudades.

Esta mancomunidad tiene jurídica de Entidad Local de Derecho Público y está integrada por Aguilar de la Frontera, Fernán Núñez, Montalbán, Montemayor, Montilla, Monturque, Moriles, Puente Genil, La Rambla, San Sebastián de los Ballesteros y Santaella.

Cuenta con un patrimonio arquitectónico, artístico y etnográfico del que pueden destacarse la iglesia del Soterraño y la singular Plaza Octogonal en Aguilar de la Frontera.

Fernán Núñez conserva el Palacio Ducal de estilo neoclásico, uno de los edificios de carácter civil más importantes de la provincia.

Montalbán la ermita del Calvario y diferentes estilos arquitectónicos en la Asunción de Montemayor; junto a ella, el castillo que se conserva íntegro.

En Montilla sobresalen la iglesia de Santiago, el convento de Santa Clara, y el Monasterio de Santa Ana.

Los vestigios romanos de mayor entidad están en Monturque, con una cisternas de 12 cámaras.

Moriles ofrece al visitante, además de sus bodegas, la Parroquia de San Jerónimo.

En Puente Genil los templos de la Purificación, la Concepción y de Jesús Nazareno. La Parroquia de la Asunción es el monumento más importante de La Rambla.

San Sebastián de los Ballesteros pertenece a las nuevas poblaciones carolinas.

Las casas señoriales, el antiguo pósito, y la sede del Museo Arqueológico y Etnográfico, centran la arquitectura civil de Santaella, además de la Asunción, la ermita de la Vera Cruz y el Santuario de Nuestra Señora del Valle.

La fiesta más importante se centra en la Semana Santa, de interés turístico nacional. Con carácter comarcal, la Fiesta de la Vendimia Montilla-Moriles, se constituye en la plataforma promocional para los caldos de la zona. El turismo rural es otra de las opciones que ofrece la Campiña Sur. Antiguos caseríos y cortijos han sido habilitados para acoger visitantes que deseen descubrir las peculiaridades de la vida del campo y el contacto con la naturaleza, garantizándose la cobertura de todas las necesidades y comodidades actuales.

Fuente: libro “Ruta gastronómica de la provincia de Córdoba 2009”
Edita: el Día de Córdoba.
Gerente: Miguel Á. Medina.
Director: Luís J. Pérez-Bustamante.
Coordinador: José Manuel Santiago.
Redacción: Alejandro G. Cubeiro y Alejandro Ibáñez.
Diseño libro: Fernando Rivas Roldán.
Fotografía: J. Martínez, Á. Carmona, M. Á. Salas, Ó. Barrionuevo y A. Ibáñez.

Receta de Conejo con calabaza, como se hace

Con Manolo Bordallo en el Restaurante Sociedad Plateros Maria Auxiliadora de Cordoba.

Gastronomía y cultura de nuestros pueblos: Villafranca.

Dirección y coordinación Rafael Moreno Rojas,  Catedrático de Nutrición y Bromatología

Texto: Fernando Ruiz Cubero, Francisco Javier Peña Ojeda y Carmen Prieto Serres (alumnos Alimentación y Cultura de la Titulación de Ciencia y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Córdoba).

Ubicación

Montoro es un municipio español de la provincia de Córdoba, Andalucía. En el año 2008 contaba con 9.895 habitantes. Su extensión superficial es de 586 km² y tiene una densidad de 16,4 hab/km². Sus coordenadas geográficas son 38º 01′ N, 4º 22′ O. Se encuentra situada a una altitud de 195

Ubicación

Villafranca de Córdoba es una villa y un municipioespañol de la provincia de Córdoba, Andalucía. En el año 2005 contaba con 3.893 habitantes. Su extensión superficial es de 58 km² y tiene una densidad de 67,1 hab/km². Sus coordenadas geográficas son 37º 57′ N, 4º 32′ O. Se encuentra situada a una altitud de 146 metros y a 27 kilómetros de la capital de provincia, Córdoba.

El casco urbano se ubica en la ribera derecha del río Guadalquivir y al pie de Sierra Morena. Su morfología urbana responde a los denominados “pueblos de llanura”, pues carece de emplazamiento defensivo, ya que su fundación se produjo cuando la frontera entre cristianos y musulmanes se encontraba muy alejada, y por lo tanto al abrigo de ataques.

Historia

Se han hallado restos arqueológicos de época prehistórica, e incluso se relaciona a la localidad con la romana “Sacilis” (o “Cecilia”), existiendo un tramo de la Vía Augusta en sus alrededores. Pero su actual emplazamiento es de origen medieval, cuando en el siglo XIV Pedro I de Castilla la cedió a su “Repostero Mayor”, Martín López de Córdoba, con licencia para poblarla con nuevos vecinos, cuyo asentamiento fue estimulado con privilegios y franquicias, de donde procede su nombre actual, que en principio fue “Villafranca del Cascajar”.

Después pasó a la Orden de Calatrava y más tarde a los Fernández de Córdoba, para acabar integrándose en la casa de Medinaceli ya en el siglo XVIII. Como curiosidad, apuntar que formaba parte del Reino de Jaén, un exclave, hasta la división provincial de Javier de Burgos.

Producción y comercialización alimentaria

En esta pedanía se ha basado su economía en la agricultura y ganadería. Debido a la gran cercanía al río Guadalquivir la agricultura es de regadío, lo que permite formar en la vega un sistema de huertas, de unas dos fanegas de media. Entonces aquí los productos típicos de la huerta tienen más importancia, aunque en cada cortijo había un pequeño huerto para poder obtener estos alimentos. En definitiva las personas dedicadas a la huerta vendían los productos obtenidos en ella.

En el año 1950 se entregan los huertos familiares de Villafranca de Córdoba. Con este acto en el pueblo muchas familias se alimentan de los frutos que dejan éstos. En la actualidad esto sigue siendo así, sobre todo  en los meses de verano casi todo lo que se consume procede de dichos huertos y de las huertas.

En la huerta y huertos existía la posibilidad de tener animales de granja. Es decir, en casi todas las parcelas había cerdos para la matanza. La tradición de la matanza implica poder hacer chorizo, morcilla y guardar otras partes del cerdo más nobles, como lomo, en la orza todo recubierto de aceite para poder conservarlo. Las partes que no se conservaban en aceite o pringue se consumían en un periodo de tiempo mas corto.

También  se desarrolla el cultivo de secano, el cereal. En Villafranca hay un silo,  para almacenar el trigo. En la actualidad este silo ha pasado ha ser el Bar de Pepe Díaz. Lleva trabajando dos generaciones en el pueblo, es el restaurante típico del pueblo con especialidad en menudillo y bacalao. Otro mesón de renombre en el pueblo es el Mesón Navarro, con menos antigüedad, 20 años, pero también con unas magnificas recetas culinarias.

Otro edificio relacionado con los alimentos es la actual biblioteca la cual fue una carnicería y da nombre a la calle en la cual se encuentra.

Recetas

Las recetas están relacionadas con los alimentos de la huerta:

1.      Boronía:

La boronía que consta particularmente de tomate, pimiento, berenjena, aceite, calabacín, sal y trozos de patatas fritas. 

2.      Habas en cazuela:

Las habas en cazuela que se preparan con habas, ya granadas, cebolla, ajo, aceite, pimiento, tostón machacado, huevo estrellado, alcachofas y hierba buena.

3.      Ajo:

Ajo es una receta que se prepara con vinagreras, pan, aceite, bacalao frito, patatas fritas, pero un poco zorollotas.

Por el enclave geográfico de Villafranca también se aprovechaban los recursos que daba la sierra aunque en esta sierra la carne de caza mayor es menos frecuente aprovechando más la caza menor.

Fiestas locales y relación con los alimentos

1.      Romería de San Isidro:

En  finca  de la Huertezuela se celebra la romería de Villafranca en honor a San Isidro. La festividad data de la década de los 40-50 cuando el antiguo propietario de la finca, Cañero, por la necesidad de la época invitó al pueblo a la era del cortijo y celebrar un gran perol para el personal asistente. Esta costumbre se ha conservado hasta la actualidad.

De la romería ha nacido un dicho, “saco por que te perdiste…”. La historia de este dicho cuenta, en el trayecto desde el pueblo hasta la finca un saco lleno de pan se pierde. Alguien coge el saco para llevarlo a su casa y poder así tener pan para  por lo menos una semana, pero una mujer llamada “Tomasa” se dio cuenta de la pillería y lo devuelve.

La noche de antes de la romería hay tradición de freír huevos y junto con una copa de vino y pan se dan al pueblo.

2.      El Día de Andalucía:

El día de Andalucía en el desayuno se dan hoyos de aceite y al mediodía se hace un potaje. Como en la fiesta de la candelaria se asan sardinas.

3.      Día de San José:

El día de San José, en la barriada que lleva su nombre, se solía hacer una gran sardinada.

Restaurantes 

En Villafranca se debe destacar los hornos de pan como el Motor, Panadería Blanco, Panadería el Gorrión.

El terreno es más adehesado desarrollando mas la ganadería y menos el olivar. A pesar de todo en la localidad había un molino, perteneciente a la familia Muñoz, donde se molía la aceituna de sus propios olivares. Este molino fue cerrado y derruido. Actualmente hay un molino en la finca de la Huertezuela, de unos 10 años de antigüedad. En décadas anteriores la finca era en su totalidad explotada para la ganadería.

Cocina con Historia… y cocinar hizo al Hombre. 


Por Alejandro Ibáñez

La cocina de Córdoba se ha formado durante milenios, consecuencia de su capacidad creadora, de su grado de desarrollo económico y social y de las influencias culturales recibidas. El hombre no fue hombre hasta que no cocinó. En su lenta evolución el primer gran descubrimiento que lo diferencia de los animales fue la transformación del alimento, lo que va asociado al dominio del fuego. Hasta entonces, como cualquier animal, vagaba por el territorio, con una gran diferencia, pues aunque lograra encontrar alimentos la mayoría ni los podría masticar y menos ingerir y digerir

Técnicamente era un estómago bípedo que, aunque cazó alguna que otra pieza, sobrevivió durante milenios gracias a las plantas, frutos secos, fruta y carroña. El descubrimiento del fuego, el dominio del principal medio de transformación culinaria de los alimentos, es una hazaña. Es fruto del raciocinio, cualidad que nos distingue de los animales. Era un medio natural en el que había que competir con grandes animales salvajes y el fuego significaría una eficaz defensa, un descubrimiento decisivo para la expansión humana pues, una vez dominado se transporta favoreciendo la exploración y conquista de nuevos territorios.

Siglos después vendría la invención de la cocina al descubrir que un producto, hasta entonces imposible de digerir, suavemente tratado por el fuego podía ser consumido fácilmente. El hallazgo pudo ser casual, tal vez un descuido, y que sentado ante el fuego se le cayese un bocado a las llamas y tras ser recuperado rápidamente experimentara un cambio favorable o tal vez por un simple juego, por experimentación.

Esta primera forma de cocinar fue difícil, a fuego directo, sin apenas útiles, sin vasijas y por tanto sin poder añadir más agua que la que contenían los propios alimentos. Faltaba otro gran invento, el descubrimiento de la cocción que va unido a la aparición de la cerámica. La cocción supone que muchos productos, animales y vegetales, que hasta ahora no se habían podido digerir, pudieran ser metabolizados por el estómago humano y se convirtieran en alimentos. Esta transformación culinaria es una mutación química que se produce en el seno del agua. Cuando se consume se puede ir reponiendo, evita la oxidación de los alimentos y permite mezclar varias materias primas y modificar sus sabores con la adición de condimentos y especias. La combinación de distintos elementos, que luego llamaremos recetas, permite graduar su poder en el sentido de satisfacer el apetito y conservar la energía durante más tiempo. Es decir se produce, a voluntad, lo que conviene comer en cada momento.

Así, a un plato preparado al fuego directo y que ha podido perder todas sus vitaminas, se le añade una guarnición que hace más armónico su poder nutritivo. A la cerámica se sumaron Agricultura y Ganadería, dominar las fuentes de alimentación y no depender exclusivamente de la caza y de la recolección. Fueron la causa de que el hombre dejase de ser nómada, el nacimiento de poblados y ciudades y superar la dependencia del medio al aportar cambios en la nutrición y la inclusión de nuevos alimentos. Sin el descubrimiento de la cocina, el hombre podría haberse extinguido hace miles de años, como otras especies salvajes ya desaparecidas. Con la cocina se aseguró su supervivencia: cocinar hizo al hombre. Cuando el homínido cocinante acampa para comer, también es muy posible que surgiera la palabra, otro importante factor que nos diferencia del medio animal.

Fuente: libro “Ruta gastronómica de la provincia de Córdoba 2009”
Edita: el Día de Córdoba.
Gerente: Miguel Á. Medina.
Director: Luís J. Pérez-Bustamante.
Coordinador: José Manuel Santiago.
Redacción: Alejandro G. Cubeiro y Alejandro Ibáñez.
Diseño libro: Fernando Rivas Roldán.
Fotografía: J. Martínez, Á. Carmona, M. Á. Salas, Ó. Barrionuevo y A. Ibáñez.

Trabajando en común. Campiña Sur. 


Por Alejandro Ibáñez

Un paisaje ondulado formado en el Terciario e ideal para su explotación agrícola, con cerros testigo que se convirtieron en pueblos–fortalezas para ir evolucionando a importantes agrociudades.

Esta mancomunidad tiene jurídica de Entidad Local de Derecho Público y está integrada por Aguilar de la Frontera, Fernán Núñez, Montalbán, Montemayor, Montilla, Monturque, Moriles, Puente Genil, La Rambla, San Sebastián de los Ballesteros y Santaella. Cuenta con un patrimonio arquitectónico, artístico y etnográfico del que pueden destacarse la iglesia del Soterraño y la singular Plaza Octogonal en Aguilar de la Frontera. Fernán Núñez conserva el Palacio Ducal de estilo neoclásico, uno de los edificios de carácter civil más importantes de la provincia. Montalbán la ermita del Calvario y diferentes estilos arquitectónicos en la Asunción de Montemayor; junto a ella, el castillo que se conserva íntegro. En Montilla sobresalen la iglesia de Santiago, el convento de Santa Clara, y el Monasterio de Santa Ana. Los vestigios romanos de mayor entidad están en Monturque, con una cisternas de 12 cámaras. Moriles ofrece al visitante, además de sus bodegas, la Parroquia de San Jerónimo. En Puente Genil los templos de la Purificación, la Concepción y de Jesús Nazareno. La Parroquia de la Asunción es el monumento más importante de La Rambla. San Sebastián de los Ballesteros pertenece a las nuevas poblaciones carolinas. Las casas señoriales, el antiguo pósito, y la sede del Museo Arqueológico y Etnográfico, centran la arquitectura civil de Santaella, además de la Asunción, la ermita de la Vera Cruz y el Santuario de Nuestra Señora del Valle. La fiesta más importante se centra en la Semana Santa, de interés turístico nacional. Con carácter comarcal, la Fiesta de la Vendimia Montilla-Moriles, se constituye en la plataforma promocional para los caldos de la zona. El turismo rural es otra de las opciones que ofrece la Campiña Sur. Antiguos caseríos y cortijos han sido habilitados para acoger visitantes que deseen descubrir las peculiaridades de la vida del campo y el contacto con la naturaleza, garantizándose la cobertura de todas las necesidades y comodidades actuales.

Fuente: libro “Ruta gastronómica de la provincia de Córdoba 2009”
Edita: el Día de Córdoba.
Gerente: Miguel Á. Medina.
Director: Luís J. Pérez-Bustamante.
Coordinador: José Manuel Santiago.
Redacción: Alejandro G. Cubeiro y Alejandro Ibáñez.
Diseño libro: Fernando Rivas Roldán.
Fotografía: J. Martínez, Á. Carmona, M. Á. Salas, Ó. Barrionuevo y A. Ibáñez.

Gastronomía y cultura de nuestros pueblos: Montoro.

Dirección y coordinación Rafael Moreno Rojas,  Catedrático de Nutrición y Bromatología

Texto: Fernando Ruiz Cubero, Francisco Javier Peña Ojeda, Carmen Prieto Serres (alumnos de Alimentación y Cultura de la Titulación de Ciencia y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Córdoba)

Ubicación

Montoro es un municipio español de la provincia de Córdoba, Andalucía. En el año 2008 contaba con 9.895 habitantes. Su extensión superficial es de 586 km² y tiene una densidad de 16,4 hab/km². Sus coordenadas geográficas son 38º 01′ N, 4º 22′ O. Se encuentra situada a una altitud de 195 metros y a 41 kilómetros de la capital de provincia, Córdoba.

El casco urbano se ubica a 195 metros sobre el nivel del mar, en la zona de contacto de Sierra Morena con la campiña, emplazado sobre un promontorio en el interior del meandro encajado que aquí forma el río Guadalquivir, el cual ciñe su caserío.

A Orillas del río Guadalquivir su término municipal comprendiendo tanto zonas de sierra al norte, como la vega y la campiña al sur. Una gran extensión de su zona norte es un espacio natural protegido, pues forma parte del Parque Natural Sierra de Cardeña Montoro.

Historia

La presencia de asentamientos humanos en Montoro está atestiguada mediante restos arqueológicos desde época prehistórica.

Como núcleo urbano se especula con la posibilidad de que fuese una fundación de los colonizadores griegos.

Sí se está plenamente seguro de la existencia de un núcleo ibérico en el Llanete de los Moros, donde las excavaciones arqueológicas han sacado a la luz estructuras arquitectónicas y ajuares funerarios. Estos restos están fechados en torno a los años 4.500-5.000 a. C.

A finales del siglo III a. C. la ciudad de Epora se ve inmersa en la Segunda Guerra Púnica. Esta ciudad tiene su importancia, en especial hacia finales del siglo I a. C. Epora se localiza en el trazado de la Vía Augusta y es nombrada tanto en el Itinerario de Antonino como en los Vasos Apolinares. De este período destaca una escultura thoracata  expuesta en el museo local, así como varias inscripciones.

Tras el período visigodo y musulmán, la ciudad es conquistada  definitivamente por el rey cristiano Fernando III el Santo el día de San Bartolomé (24 de agosto) de 1238, según unos autores. De ahí que este santo fuese nombrado patrón de la ciudad y titular de su iglesia parroquial.

Perteneció al Concejo de Córdoba hasta que a mediados del siglo XVII
pasó a manos del marqués de El Carpio, Luis Méndez de Haro y Sotomayor, a cuya casa nobiliaria perteneció hasta que en el siglo XIX  se abolieron los derechos señoriales.

El comportamiento de sus vecinos durante la invasión napoleónica le valió el título de “Muy Noble, Leal y Patriótica” (“Muy Noble, Leal y Patriótica Ciudad de Montoro”). Tras conocer los habitantes de Montoro el genocidio, las torturas y los abusos sexuales (sin distinción de
sexo o edad) cometido por los franceses en Córdoba capital, decidieron
una estrategia de engaño, que haría creer a los franceses que eran bien recibidos en Montoro, para a continuación acabar con cuantos pudiesen. Varias veces se repitió esto con el resultado de que Montoro fue el único punto independiente en toda España que los franceses dejaron en su retaguardia. No obstante, esta situación de “isla en tierra” le costó no pocas vidas y un gran bajón en la productividad y la natalidad, quedando la población muy reducida. Sólo tras más de 30 años (hacia 1840), la población había recuperado su valor de 1808.

Producción y comercialización alimentaria

Su base económica es el cultivo del olivar, con varias almazaras que producen un aceite de alta calidad. Estos olivares ocupan más del 80% de la superficie agrícola del municipio, que a su vez representa el 40% del área total del mismo. Los molinos de aceite se encontraban distribuidos por los distintos cortijos de la zona. Existen molinos de siglos pasados, años 1800. En estos años que estamos hablando, por los medios que había no era frecuente transportar la cosecha, además las tierras eran propiedad de grandes terratenientes y entonces la extensión del cortijo era mucho mayor que ahora. Por lo tanto, La  aceituna se recolectaba por los operarios del cortijo y se transportaba al molino del cortijo. En la actualidad es los molinos de aceite están próximos al casco urbano siendo 3 de ellos de mas importancia, Cooperativa Olivarera Hojiblanca, Quirós, De la Rosa. También se dan otros cultivos en su zona de campiña como los cereales. Otra industria de menor dimensión pero de raigambre e incluso fama, son la fabricación de mazapanes.

Este producto típico navideño es elaborado por la empresa Torregonza SA, de Montoro, comercializadora de los mazapanes La Logroñesa

En el proceso de elaboración, además de los trabajadores habituales en esta empresa, cuatro profesionales de la provincia riojana de Logroño se trasladan en cada campaña a Montoro para encargarse especialmente de la fabricación del mazapán de Soto, compuesto a base de almendras trituradas mezcladas a su vez con azúcar cocido, lo que le da una textura y jugosidad inusuales en un dulce, constituyendo además un artículo de una gran riqueza alimenticia.

Una receta que ha permanecido inalterable desde hace ya más de 50 años y que responde a la forma tradicional de su elaboración.

La Logroñesa lleva más de medio siglo fiel a la calidad de sus productos desde que en 1953 su fundador, Vicente Torre Campo, natural de La Rioja, trajera a tierras andaluzas el típico mazapán de Soto para comercializarlo al resto del país, especialmente en Extremadura, Castilla La Mancha, Alicante o Valencia. Su cuidada fabricación desde sus inicios en el año 1953, y el constante afán por mantener la calidad, han dado sus frutos con la consecución del Trofeo Andalucía Internacional y Estrella de Oro a la Calidad.

También cabe destacar la explotación apícola. Recolectando miel tanto de varios pólenes como de uno solo. Desde tiempos remotos lo lugareños han sabido aprovechar este recurso. Otro recurso obtenido de la sierra seria la carne de monte (venado y jabalí), las setas y la caza menor.

Recetas

Todos estos productos elaborados en el pueblo de Montoro,  como la perdiz, las setas o la carne de venado  tienen sus propias recetas culinarias:

1.      Perdiz:

La perdiz la preparaban añadiéndole a ésta  cebolla, aceite de oliva, pimiento, azafrán en hebra, ajos,  vino y sal.

2.      Setas:

Las setas se preparan o bien asadas, puestas sobre la parrillas y con una poquita de sal, como el caso del llamado “faisán”, que crece en los juagarzos. O bien otras variedades de setas en revuelto. Se añade ajos, comino, sal, aceite de oliva y huevos.

3.      Venado:

Se añade a la carne de esta especie cinegética aceite, cebolla, ajos, pimiento molido, romero, azafrán y con un buen macerado.

4.      Andrajos de Montoro con liebre de tiro:

Otro plato típico de esta localidad son los Andrajos de Montoro con liebre de tiro; liebre, ajos tomate, cebolla, pimiento rojo, hojas de laurel, tomillo, romero, pimienta, pimientón dulce, aceite, harina y agua.

Se coge la harina se le añade agua y un pellizco de sal, haremos una pasta, que dejamos reposar para después estirarla y hacer una loncha fina. La pasta se cuece en el horno de leña sobre la piedra o sobre piedras calientes en la lumbre. En una cazuela se fríe la liebre y se añade el pimiento, los ajos, cebolla, tomate, un poco de romero y tomillo, el laurel y pimientón dulce. Cuando ya esta todo frito se cubre con agua y se deja hervir para poner la carne tierna. En este momento añadimos los andrajos y lo dejamos cocer unos diez minutos, procurando que no se queden muy secos.

El andrajo es tan antiguo y milenario como el propio pueblo de Montoro donde antes de conocer el arroz era una forma de cocinar el trigo en harina como pasta, no sabemos a ciencia cierta quien lo aportó a la gastronomía montoreña, aunque es un plato que lo degustaban los romanos al que llamaban clarianos.

Fiestas locales y relación con los alimentos

Velada de San Sebastián (20 de enero): Los vecinos y parroquia de este barrio, en torno a una candela donde se pinchan chorizos , es en el Llanete de la Cruz y celebran la fiesta de su patrono.

Carnaval: Desfile de carrozas, con muchos participantes disfrazados y concurso de murgas y chirigotas. También tiene interés el domingo siguiente donde se reañiza una “sardiná.

Semana Santa: Comienza el sábado anterior al Domingo de Ramos con la representación dramática de La Pasión, en la que intervienen unos 230 personajes. Sigue el Viernes de Dolores y termina la Semana Grande con la procesión de Cristo Resucitado y Maria de la Paz. Relacionado con la comida: el viernes santo se comeensaladilla rusa, tortilla de patatas y bacalao frito.

Fiesta de la Cruz: (en torno al 3 de mayo): Desfile de cruces de mayo recorren las calles de Montilla y fiesta de la Cruz en su barrio, con verbena, concursos y casas engalanadas.

Feria de San Francisco Solano (en torno al 14 de julio): En honor a su patrono, procesión del Santico.

Fiesta de la Vendimia (finales de agosto y principios de septiembre) Nombramiento del Capataz de Honor, pregón y acto de pisa de la uva. Sigue con la verbena de la Virgen de las Viñas en el barrio de las Casas Nuevas Patrona de la Vid y del vino. El Consejo Regulador de Denominación de Origen Montilla-Moriles y varias bodegas ofrecen degustaciones gratuitas de vino y promociones especiales de venta de estos vinos.

Fiesta de la virgen de la Aurora patrona de montilla en la que se comen castañas y nueces.

Fiesta de los Santos muy importante en montilla porque la Centuria Romana Munda realiza una paella gigante.

Fiesta de reyes se realiza un roscón gigante que hace 2 años fue el más grande del mundo.

Ruta del vino

La Ruta de Montilla-Moriles transcurre por un paisaje de vides, olivos y cereales, trilogía de la cultura mediterránea. Nueve son los municipios de esta ruta: Aguilar de la Frontera, Córdoba, Fernán Núñez, Lucena, Montemayor, Moriles, Puente Genil, La Rambla y Montilla. El vino ha representado para la cultura y la tradición de esta tierra un sello de identidad y un elemento económico de singular importancia, que define y diferencia esta comarca de otras zonas agrícolas de este territorio.

Actividades

Catas de iniciación o espectáculos de flamenco son algunas de las actividades que se pueden combinar con la Ruta del Vino.

Fiestas como los Patios de Córdoba en mayo o la Fiesta de la Vendimia en Montilla, (finales de agosto – primeros de septiembre), son citas ineludibles para todo turista que visite Andalucía.

Características

El prestigio de los vinos de Montilla-Moriles es fruto de una larga tradición vinícola de años de crianza de los más variados caldos. Hay tres tipos básicos de vino: jóvenes afrutados, de crianza y generosos, que se consiguen a través del sistema de Soleras y Criaderas y ofrecen una amplia gama de estilos que van desde el fino o el amontillado al oloroso. Entre agosto y septiembre, comienza en la zona de Montilla-Moriles el ancestral rito de la vendimia. El Pedro Ximénez uno de sus caldos más famosos, toma su nombre de la variedad de uva que procede, caracterizándose fundamentalmente, por su delicada piel y por su alto contenido en azúcares. Cortadas las uvas al llegar a su estado de madurez, se tienden al sol para conseguir su pasificación. Una vez procesadas, el resultado final es un vino dulce, que por su afrutado y agradable sabor puede tomarse como postre. Además de la Pedro Ximénez, en esta D.O. conviven otras variedades como Airén, Montepila, Baladí y Moscatel. Precisamente Montilla-Moriles es una denominación que intenta abandonar su clásica imagen con la apuesta por nuevas variedades de uva y nuevos sistemas de producción, más acordes a los gustos actuales.

Recursos

La Ruta del Vino Montilla-Moriles cuenta con más de 40 empresas asociadas, entre bodegas, hoteles, restaurantes, enotecas, etc. preparadas para acoger y proporcionar una experiencia única a sus visitantes. En Montilla-Moriles podrás contemplar en directo y a fuego lento todo el proceso de construcción de un tonel, una tradición de artesanos y artistas única, que todavía se conserva en esta ruta, así como el trabajo artesanal de los Lagares familiares, únicos en esta zona. El tapeo es una manera informal de descubrir un abanico de manjares típicos de la zona ligados a los excelentes caldos de la tierra que son servidos por los famosos venenciadores andaluces.

Restaurantes 

Como ya se ha comentado  antes, los lugareños estaban en los cortijos de la zona en las labores camperas. Al ser años de penuria y apenas tenían con que alimentarse “había que buscar lo que daba el monte”.

En los caserones camperos se desarrollaba prácticamente toda la vida cotidiana, al pueblo se desplazaban en contadas ocasiones y principalmente para comprar los útiles domésticos que se gastaban. Con este se quiere reseñar que en el cortijo había panaderías y se hacían repostería como los roscos de leche con huevos, leche, azúcar, raspadura de limón, canela levadura y aceite. Aun así, en el pueblo existían panaderías como la Panadería Madrid.

Respecto a las recetas, éstas se pueden degustar en algunas de las tascas o tabernas del pueblo como pueden ser el Bar Yepes, Belsay; Bar Burro o Janoi entre otros

Sierras altas y jóvenes. La Subbética.


Por Alejandro Ibáñez

La Subbética

Se trata de la comarca más joven de la provincia pues sólo tiene unos 37 millones de años, formada cuando el subcontinente indio chocó contra Eurasia, colisión que aún continúa.

La asamblea constituyente de 1987 está formada por Almedinilla, Benamejí, Cabra, Carcabuey, Doña Mencía, Encinas Reales, Fuente Tójar, Iznájar, Lucena, Luque, Palenciana, Priego de Córdoba, Rute y Zuheros. Naturaleza y cultura definen a la comarca que engloba en su interior a uno de los parques naturales de Andalucía de mayor riqueza paisajística y ecológica. Supone la puesta en el mercado de una oferta de naturaleza, Barroco, arqueología y práctica de deportes activos, como el cicloturismo de montaña por rutas con paisajes vírgenes o caminos y veredas frecuentadas antaño por famosos bandoleros. Para los que gusten de emociones fuertes aquí les aguardan actividades de parapente, espeleología y escalada. También se puede disfrutar de un paseo en piragua o vela en el embalse de Iznajar, así como las tradiciones con un amplio legado en fiestas populares, incluida la Semana Santa. La Subbética constituye una excelente oferta de ocio para aquellos que crean que unas vacaciones pueden ser algo más que sol y playa, y busquen un intercambio sociocultural que estas tierras les proporcionan.

La comarca se enclava en pleno centro geográfico de Andalucía. En la actualidad, el viajero puede elegir entre una serie de alojamientos rurales constituidos por pequeños hoteles, camping y camping-cortijo (modalidad autóctona de esta región autonómica) y cortijos en alquiler, albergues, granjas escuela, así como la Villa Turística de la Subbética, ubicada en la aldea de Zagrilla. Es una zona privilegiada en muchos sentidos, paso natural entre Andalucía Oriental y Occidental, que comunica Jaén, Granada, Málaga y Sevilla. Ha recibido el impacto de muchas y muy variadas formas culturales desde el más remoto pasado. Abundantes recursos naturales, vegetales, animales y minerales, junto a condiciones climáticas favorables han propiciado el asentamiento de grupos humanos desde la Prehistoria.

Fuente: libro “Ruta gastronómica de la provincia de Córdoba 2009”
Edita: el Día de Córdoba.
Gerente: Miguel Á. Medina.
Director: Luís J. Pérez-Bustamante.
Coordinador: José Manuel Santiago.
Redacción: Alejandro G. Cubeiro y Alejandro Ibáñez.
Diseño libro: Fernando Rivas Roldán.
Fotografía: J. Martínez, Á. Carmona, M. Á. Salas, Ó. Barrionuevo y A. Ibáñez.

Receta de Tocino de cielo, como se hace

Con Manolo Bordallo en el Restaurante Sociedad Plateros Maria Auxiliadora de Cordoba.

 
 
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