GURMÉCORDOBA (ABC SEVILLA): “Paseo por las tabernas más antiguas de Córdoba”
Fuente: WEB GURMÉCORDOBA (ABC SEVILLA)
Autora: JULIA GARCÍA HIGUERAS
En el barrio de San Lorenzo, lleva desde 1931 la Taberna de la Sociedad de Plateros de María Auxiliadora. Fue la cuarta de la cadena en su día y los 100 años de andadura vida le quedan cerca. Manuel Bordallo, su gerente, lleva al frente del negocio 25 años. La Sociedad de Plateros sigue vigente. De hecho la próxima asamblea la celebrarán pronto en uno de sus salones.
La fisonomía de la casa no ha cambiado: conserva el patio cordobés con sus plantas, sus naranjos y su olivo, con un toldo. Los arcos con los colores que evocan los de la Mezquita y varios salones con cuadros que reproducen obras de Romero de Torres y otra sala con obras de Arroyo Ceballos apuntan en esa dirección. El mobiliario es clásico, las mesas de madera.
La gastronomía más tradicional se da cita aquí. La innovación ha sido para adaptarse a los celiacos, a los que les sirve con total fiabilidad los platos tradicionales. Siguen un estricto protocolo sin gluten desde 2012 y hacen pan de masa madre. El salmorejo, el rabo de toro, el flamenquín, las alcachofas a la montillana están en la versión sin gluten también.
Cuenta con bodega propia, con toda la gama de finos de Montilla-Moriles, olorosos y amontillados. «Tenemos fino, oloroso, amontillado, palo cortado, cream, Pedro Ximénez, todo en rama, no se filtra. Lo sacamos directamente de nuestra bota. Y también como despacho de vinos la gente viene con su botellita a que le echemos medio litro de vino y lo compra», detalla Bordallo. Además, dispone de tienda virtual.
El secreto para mantener vivo tanto tiempo un lugar tan cordobés, a juicio de Bordallo, es «que estés enamorado de tu trabajo porque la hostelería es muy sacrificada, hay que darle mucho cariño, se le quitan muchas horas a la familia». Llevan muchos años conmigo la mayoría de integrantes del equipo, «ellos lo sienten como suyo». Los clientes más fieles son las familias y son muchos los turistas de otras ciudades que vienen: «Nos buscan y nos encuentran bien», reconoce.
Antes de la creación del Parque Joyero, entre las calles próximas había platerías y joyerías pequeñas, y sus dueños se paraban a tomar una copa en la taberna. La cultura ha tenido y tiene cabida en su taberna con tertulias y lecturas. Mantener la forma de trabajar es el objetivo que se marca. Y como muestra de que tienen los pies en el presente disponen de un desfibrilador para el público y el barrio.