Restaurante en Córdoba.
Sociedad Plateros María Auxiliadora.
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Gastronomía y cultura de nuestros pueblos: Fernán Núñez.

Dirección y coordinación Rafael Moreno Rojas,  Catedrático de Nutrición y Bromatología

Texto: Mª Dolores Trigo (alumna de Alimentación y Cultura de la Titulación de Ciencia y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Córdoba).

Ubicación

Fernán Núñez es un municipio español de la provincia de Córdoba, Andalucía, en la comarca de la Campiña Sur.

Cuenta con 9.736 habitantes (INE 2010). Su extensión superficial es de 29,8 km² y tiene una densidad de 326,71 hab./km². Sus coordenadas geográficas son 37º 40′ N, 4º 43′ O y su altitud es de 322 metros. Dista 30 kilómetros de la capital de provincia, Córdoba, formando parte del Consorcio de Transporte Metropolitano del Área de Córdoba.

Historia

Fernán Núñez debe su nombre a Fernán Núñez de Témez, uno de los personajes históricos más importantes de la Reconquista, quien se apoderó de una de las torres defensivas musulmanas a la que dio su nombre y que a la larga daría nombre al pueblo. Se encuentra situado en la Campiña cordobesa, delimitada por los términos de Córdoba, Montemayor y La Rambla.

Fernán Núñez pertenece a la llamada Ruta del Califato. La cocina de los pueblos de la Ruta posee una identidad propia en la que los productos de la tierra se unen bajo la influencia de las culturas árabe, judía y cristiana. A su vez, Fernán Núñez forma parte de la zona perteneciente a la Denominación de Origen Montilla-Moriles, en la que los vinos son perfecta compañía de los platos o un ingrediente más.

Son platos típicos de este municipio las migas con chicharrones y las patatas con bacalao. Asimismo nos encontramos con platos habituales de las cocinas andaluzas y cordobesa cono son el salmorejo, el flamenquín,  los potajes o el cocido en donde interviene el garbanzo lechoso, otro de los productos de esta zona.

Las sopas ponen de relieve la influencia musulmana en la cocina tradicional de este municipio, ya que el majado forma parte fundamental en la preparación de todas ellas. Dependiendo de la época del año predominan frías o calientes. Entre estas podemos mencionar los maimones y el ajoblanco, sopas cuyo ingrediente principal es el ajo.

Las principales actividades económicas son la agricultura y la construcción. Destaca el cultivo de trigo, girasol y, en menor medida, olivar. Además, parte de sus tierras de cultivo se incluyen en la denominación de origen vitivinícola Montilla-Moriles.

Producción y comercialización alimentaria

Principal producción/transformación/comercialización alimentaria.

La vegetación original de la campiña era de bosque mediterráneo pero actualmente el  95% del municipio es zona cultivable conservándose restos de esta vegetación en muy pocos lugares en donde podemos ver retamas o encinas, y más comúnmente alcaparras, pepinillos del diablo, esparragueras o hinojos.

Según el Instituto estadístico de Andalucía,  destaca el cultivo de trigo como principal cultivo de secano y el  girasol como principal cultivo de regadío. Existe también cultivo de olivar y garbanzos, aunque en menor medida. Además, como ya se ha mencionado, parte de sus tierras de cultivo se incluyen en la denominación de origen vitivinícola Montilla-Moriles.

Empresas o comercios relevante de tipo alimentario.

Historia y actualidad:

Fábrica de harinas “Santa Marina”.

Fundada a principios del siglo XX contribuyó al desarrollo económico de la villa. La panadería de la fábrica de harina fue el germen de muchas de las futuras panaderías de Fernán Núñez, ya que muchos de sus trabajadores se independizaron con posterioridad creando sus propias panaderías.

Actualmente la industria de los derivados de la harina sigue teniendo presencia en Fernán Núñez. Hoy en día se elaboran -entre otros- rosquillas de pan con ajonjolí, picos  y violines de pan, peñoncitos , regañás con ajonjolí y Galletas .

Feria del ganado.

La feria del ganado de Fernán Núñez comienza a desarrollarse sobre 1839 – probablemente gracias a una cédula de la reina Isabel II que es la que le da su calificativo de real-  y es el origen de la actual Feria Real. Se celebraba en agosto y consistía en la compra-venta de ganado (equino, vacuno, ovino y porcino). Desde sus comienzos, se situaba en lo que hoy se conoce como Parque de las Fuentes.

La feria del ganado dejó de celebrarse en los años 80,  dejando paso a una feria de ocio que se desarrolla en los mismos lugares en que antiguamente se realizaban los tratos de ganado (actualmente, recinto ferial) pero las casetas de ganado han dejado paso a las casetas de las diversas asociaciones del pueblo.

La Fábrica de dulces.

Existía  también una fábrica de dulces que  fue durante muchos años una industria floreciente en Fernán Núñez y daba trabajo a muchas mujeres de la localidad. Entre los productos elaborados destacaban los roscos de vino.

Hoy en día existen en Fernán Núñez pastelerías, confiterías, heladerías italianas y una fábrica de golosinas y caramelos (Golosinas La Gloria S.L.)

Mercadillo del llano de las fuentes.

Se celebraba todos los miércoles y actualmente continúa realizándose en el mismo día y lugar. En el se pueden encontrar puestos de venta ambulante con ropa, frutas, hortalizas y otros productos.

El origen de la tradición  se remonta al siglo XVII  cuando D. Francisco Gutiérrez de los Ríos -tercer conde de Fernán Núñez- favoreció la creación de un mercado de productos agrícolas y ganado, con carácter semanal.

Mercado Municipal.

El mercado de Abastos Municipal -de reciente construcción- está compuesto por una serie de puestos donde se venden productos como pescados, carnes y productos hortofrutícolas, algunos de ellos cultivados en la misma localidad. 

Existen también varios supermercados y un  Mercadona

Actualmente las principales empresas agroalimentarias existentes en Fernán Núñez son:

 – SDAD.COOP.AND.OLIVARERA STA. MARINA AGUAS SANTAS

– JAMONES BERRAL, S.A. EL ENCINAR

– SDAD. COOP. GANADERA san isidro

– BODEGAS MARIN, S.L. (D.O: Montilla Moriles)

– LEGUMBRES MANUEL BAENA CAÑADAS, S. L.

– SCA CEREALES Y OTROS FERNAN N.

– ANDRES BERRAL BAENA INDUSTRIAS CARNICAS SL

– MANUEL RUIZ HUMANES (SECTOR: “ADEREZOS Y RELLENO”)

– FRUTAS OVALLE, C. B.

– PRODUCTOS SANTA MARINA, S. L. PATATAS FRITAS: FABRICANTES Y MAYORISTAS

Recetas

La afición por los churros:

El gusto por los churros viene de antiguo y en los años 50 se hacían en puestos portátiles con fuego de leña sobre el que se colocaba un perol.

Los churros también se conocen como jeringos tomando su nombre del instrumento que se utiliza para dosificarlos. Son básicamente una masa de harina, agua y sal con un poco de aceite. No llevan levadura ya que lo que hace que esponje es la gran cantidad de agua de su composición que evapora y se expande en contacto con el aceite caliente.

Se espolvorean con azúcar al finalizar y se consumen habitualmente de desayuno o merienda. Una de las ocasiones para consumirlos es durante la celebración de la cruz de mayo.

En la gastronomía de Fernán Núñez se pueden degustar platos como las gachas, la sopa de maimones (sopa de ajo y cebolla) , gazpacho de ajo (ajo blanco) las patatas con bacalao o las migas con chicharrones. En cuanto a la repostería se pueden incluir  los hornazos, los piononos, los pestiños, los jeringos o churros, las dobladitas (las tradicionales eran de batata y eran típicas de la festividad de Todos los Santos) y las sopaipas.

Sopaipas

Su origen se remonta a la cocina andalusí. El nombre proviene del mozárabe y venia a significar “masa frita”

Pueden tomarse de merienda-cena o de desayuno, solas o acompañadas de chocolate.

Se parecen a las hojuelas, que se suelen degustar con miel (“miel sobre hojuelas”), pero la diferencia fundamental es que las sopaipas tradicionales no llevan huevo (las hojuelas, sí).

La elaboración es muy sencillalos ingredientes son: agua caliente, sal, vinagre , aceite y harina de trigo (a partir de estos ingredientes básicos se pueden encontrar  muchas variantes).

Elaboración: Se calienta agua y cuando comienza a hervir se le echa un poco de vinagre,  aceite y sal. Apartamos y vamos incorporando poco a poco la harina de trigo hasta conseguir una masa que no se pegue en los dedos. Una vez formada la masa se deja reposar al menos unos 15 minutos.

Espolvoreamos harina sobre la mesa de trabajo para que la masa no se pegue, vamos tomando puñaditos de masa que extenderemos con rodillo hasta formar una torta fina que cortaremos en trozos rectangulares de unos 15 cm. aproximadamente, y se fríen en abundante aceite muy caliente, momento en que se inflaban con el vapor que se genera en el interior. Cuando estén doradas se sacan y se colocan en una bandeja sobre papel absorbente. La costumbre es tomarlas acompañadas de chocolate.

Gachas

Se preparaba tradicionalmente en la víspera de del día de Todos los Santos.

Las originales se hacían básicamente con agua, harina,  pan duro y algo de azúcar. Con el tiempo se sustituyo el agua por leche y se añadieron almendras al final.

Ingredientes: 2 tazas de harina, 4 tazas de agua, 1 puro de canela, unos granos de matalauva, canela en polvo, ralladura de limón, aceite, pan, sal, 300 gr. azúcar

Elaboración: En una sartén  se fríe el pan con un poco de aceite de oliva. Una vez dorado se saca y se reserva. A continuación, se incorpora la matalauva y la rama de de canela, para aromatizar el aceite. Éste se vierte en un recipiente mayor y, puesto al fuego, se incorpora una taza de agua, el azúcar, la ralladura de limón y sal. Poco a poco se incorpora la harina y se añade el resto del agua sin dejar de mover evitando que se formen grumos. Para finalizar se incorpora el pan frito.

Una vez frías se espolvorean de canela.

Pestiños

Los pestiños tradicionalmente son un dulce de Cuaresma.

Al igual que ocurre con otros postres, tienen su origen en la cultura andalusí.Y, curiosamente, al igual que ocurre con otros postres de tradición morisca, terminó asociándose a la religión católica elaborándose tradicionalmente en la época de cuaresma.

Ingredientes: 1,25 Kg. de harina, canela molida, azúcar, matalauva, 400 cc de vino blanco de Montilla-Moriles, 1/2 l. de aceite de oliva, sal, y una copita de anís seco, Ralladura de limón.

Elaboración: En una sartén aromatizamos aceite con la ralladura de limón (sin que se dore). Se cuela el aceite y se echa sobre un volcán de harina, que tendremos dispuesto en un bol junto con la matalauva. Mezclamos con ayuda de una cuchara y poco a poco incorporamos el vino que previamente habremos calentado con un poco de sal. Cuando la masa tome cuerpo se continúa amasando con las manos. Se tapa la masa con un paño de cocina y se deja en reposo al menos dos horas.

Elaboración del pestiño: Sobre una superficie lisa, previamente espolvoreada con harina se estira la masa con un rodillo hasta que quede muy fina. Se cortan y se doblan por el centro formando un lazo. Se fríen en aceite abundante y bien caliente y se escurren sobre papel secante. Para finalizar se espolvorean de azúcar y canela.

Doblaita de Fernán-Núñez

Es un dulce típico de las fiestas de Todos Los Santos.

Hay diferentes recetas, la receta tradicional llevaba batata.

Ingredientes: 1 Kg de azúcar, 1 Kg de batatas frescas, 250 cc de agua 
2 ramas de canela en rama.

Elaboración: Se cuecen las batatas con una rama de canela. Cuando estén cocidas se dejan templar, se pelan y se hace puré.

En otro recipiente se elabora un almíbar con el agua y el azúcar, añadimos la otra caña de Canela y removemos hasta que el jarabe obtenido forme hilos finos. Llegados a ese punto agregamos la pasta de batata y mezclamos hasta que el resultado sea homogéneo y denso. Apartamos del fuego, dejamos enfriar y trabajamos la pasta con un rodillo sobre una superficie fría consiguiendo un espesor aproximado de 1 cm o cm y medio. Se le da forma redonda.

Piononos

Resulta curioso que en la propia página web del ayuntamiento figuren los piononos como algo típico de Fernán Núñez.

El origen de los piononos no está claro. Existen fuentes que le atribuyen un origen árabe mientras que otras indican que su aparición tiene menos de dos siglos y que inicialmente fue elaborado en Santa Fe (Granada) en homenaje al papa Pio IX (Pio Nono). 

Sea como sea, parece que los primeros indicios de aparición de un pastelillo parecido al pionono pueden remontarse a la España hispano-musulmana entre los siglos X y XI. El pionono fue sufriendo cambios con el paso del tiempo y el que se conoce en la actualidad -con aspecto cilíndrico- es obra de una pastelería del siglo XIX de Santa Fe que lo bautizó con el nombre de pionono. La producción del pionono está ligada, pues, a Santa Fe desde el principio y hoy día hay empresas que se dedican a la fabricación del pionono para toda España.

(Como dato curioso hay que indicar que muchos de los alumnos de hostelería de FP en Córdoba -16, 18 años- no saben lo que es un pionono)

Fiestas locales y relación con los alimentos

La matanza

Hasta hace unas décadas la mayoría de las familias criaban cerdos en las “corraletas” de las casas, donde los alimentaban con las sobras de la comida.

Con la llegada de los meses fríos, se realizaba la matanza del cerdo.

Tradicionalmente, las matanzas se hacían en las casas particulares y para ello se contrataba un matancero encargado de dar sacrificio al animal. En las tareas de despiece y elaboración de embutidos participaban todos los familiares y vecinos. En Fernán Núñez no existe actualmente una fiesta oficial de la matanza como sí ocurre en otros pueblos de la provincia. El crecimiento urbano del pueblo va relegando estas tradiciones a los cortijos.

La caza

La cacería ha sido siempre una actividad muy practicada en la campiña. La afición a la cacería con galgos siempre ha sido considerable en Fernán Núñez.

Actualmente sigue existiendo afición por la caza, pero esta tiene un carácter más deportivo que antaño y se practica generalmente en grupo. Se suelen cazar especies como la perdiz a campo abierto o con reclamo, la tórtola, el conejo, la liebre con  galgos, etc. La caza se realiza en el coto conocido como “Campiña Sur”.

La Romería de San  isidro y el perol

La fiesta de San Isidro labrador, patrón de la agricultura, se realiza el 15 de Mayo. Su origen en Fernán Núñez data de los años 40 y consistía en una romería, a pie y en carrozas, hasta la ermita del Calvario. Posteriormente se celebraba un perol en el campo.

Actualmente se sigue celebrando la romería. Y, naturalmente, persiste la tradición de celebrar la fiesta con un perol.

El “Jueves Lardero” y el hornazo.

Es la fiesta más emblemática de Fernán Núñez. El Jueves lardero es el jueves anterior al miércoles de ceniza (comienzo de cuaresma), y en ese día es costumbre realizar el tradicional Hornazo.  La fiesta se remonta al año 1492, tras la conquista de Granada por los Reyes Católicos, en la que tomó parte don Fernando Gutiérrez de los Ríos, noveno señor de Fernán Núñez. Su arraigo popular podría tener su origen en la celebración promovida por la condesa de Fernán Núñez (siglo XV) para festejar la conquista, invitando a todos sus súbditos a un día de campo y a un hornazo.

Este hornazo es una torta típica que ha evolucionado a lo largo de los años  desde las primitivas tortas con manteca (lardo) hasta las elaboraciones actuales que se realizan partiendo de distintas recetas y con rellenos muy elaborados.

Desde hace años el ayuntamiento, en colaboración con empresas locales, elabora un gran hornazo de degustación gratuita y se celebra un espectáculo medieval en la Plaza de Armas del municipio, declarada Bien de Interés Cultural.

En febrero del 2010 más de 1500 personas degustaron un gran hornazo de 4 metros y medio de diámetro.

Una descripción básica del hornazo sería la de un dulce elaborado con masa de pan, manteca de cerdo, azúcar y un huevo duro (como decoración). En los últimos años suele rellenarse de cabello de ángel, crema o chocolate, según el gusto del consumidor.

Hay que reseñar que el hornazo no es exclusivo de Fernán Núñez y tampoco es exclusivo elaborarlo el jueves anterior a la cuaresma. Esta tradición existe en otros lugares de España -existen variedades dulces y saladas- pero hay que decir que el hornazo de los fernannuñenses tiene personalidad propia con respecto al que se hace en otras zonas de España. Fernán Núñez está en los orígenes de esta costumbre.

Feria Real

Las fiestas se celebran del 13 al 17 de Agosto en el recinto ferial. Como ya se mencionó al principio, tiene su rigen en la antigua feria del ganado, y se trata de un ferial con casetas de asociaciones en las que se puede comer y bailar (similar a las ferias de la mayoría de pueblos andaluces).

Fiesta de las cruces y patios

Es una fiesta con una fuerte tradición. En esta fiesta se decora la localidad con cruces decoradas con flores, junto a motivos tradicionales elaboradas por las distintas asociaciones.

También se instala una barra de bar que ayuda a sufragar los gasto. Entre los productos que se reparten en las barras figuran los ya mencionadazos churros y el perol.

Otras actividades relacionadas con los alimentos

La Ruta del Garbanzo en Fernán Núñez

Es de convocatoria muy reciente ya que la I Ruta del Garbanzo lechoso se celebró por primera vez el año pasado. Este año estaba convocada para el 8 de diciembre pero se tuvo que aplazar a causa de las lluvias:

La Ruta Gastronomica del Garbanzo lechosos se creó en Fernán Núñez con la intención de que ese producto propio de la zona adquiera la fama necesaria para solicitar que sea reconocido y amparado (al igual que ocurre con otros productos agroalimentarios de la provincia de Córdoba).

En la convocatoria del año 2009  participaron  13 establecimientos hosteleros y se celebraron unas jornadas gastronómicas en la Escuela de Hostelería del municipio. En ellas se realizaron charlas y se elaboraron recetas de inspiración arábigo-andaluza como guisos, fritos, ensaladas y postres elaborados con garbanzos o harina de garbanzo.

En los días anteriores tuvo lugar un seminario sobre nuevas texturas y técnicas con el cocinero cordobés Kisko García que tuvo  el fin de incentivar la investigación sobre  las posibilidades gastronómicas y culturales de esa legumbre para poder llegar a convertirla en un producto identificador de la localidad.

La importancia del garbanzo en la gastronomía de Fernán Núñez y de Córdoba en general se entiende si se piensa que su uso proviene de la cocina árabe y que muchas de las recetas caseras no existirían de no ser por el garbanzo. En el caso de las localidades de la campiña de Córdoba, la producción de garbanzos fue clave para la aparición de un guiso en el que éstos se combinan con espinacas y rebanadas de pan, para después sazonarse con ajos y vinagre.

Comidas típicas en reuniones festivas

Para analizar lo que se suele comer en las reuniones festivas me voy a basar en las actividades de la asociación cultural “Baila con nosotros” porque considero que se pueden considerar representativos del resto de la población del municipio.

Esta asociación pertenece a Fernán Núñez y posee una página web en internet http://www.bailaconnosotros.es desde la cual se puede acceder a un amplio archivo fotográfico albergado en picasaweb.google.com.

Dentro de las celebraciones que figuran en la página de la asociación se pueden hacer dos grupos: las celebraciones relacionadas con alguna fiesta local (de las que ya se ha hablado) y las reuniones de convivencia de la propia asociación.

Dentro de estas últimas hay que destacar dos cosas: el predominio del perol o migas como centro de la fiesta y la escasa participación de las mujeres en la elaboración de la comida.

Así como ejemplo tenemos los “peroles de convivencia” del 2008 y del 2009. Estas reuniones culinarias a veces se alargan hasta la noche:

También se reúnen para comer migas con chorizo, panceta y chicharrones. Acompañadas con rábanos y naranjas.

Y para elaborar otros platos típicos de la zona como el potaje.

En ocasiones celebran fiestas con una temática específica como es el caso de la “Fiesta del Colesterol” o la “Fiesta del ácido úrico”.

Como conclusión se puede extraer que existe un alto componente de tradición cultural en estas reuniones ya que elaboran con preferencia los platos considerados típicos de la zona (y de Córdoba en general)

Restaurantes 

Restaurante Victoria

Hostal Restaurante

El Quini

Restaurante “El Sembrador”

Salón de Celebraciones Génesis

Restaurante Conde de Fernán Núñez

Cafe – Bar Classic

Receta de Almejas a la marinera, como se hace.

Con Manolo Bordallo en el Restaurante Sociedad Plateros Maria Auxiliadora de Cordoba.

Territorio con aroma de azahar. La Vega del Guadalquivir.


Por Alejandro Ibáñez

Un paisaje ondulado formado en el Terciario e ideal para su explotación agrícola, con cerros testigo que se convirtieron en pueblos–fortalezas para ir evolucionando a importantes agrociudades.

Esta mancomunidad tiene jurídica de Entidad Local de Derecho Público y está integrada por Aguilar de la Frontera, Fernán Núñez, Montalbán, Montemayor, Montilla, Monturque, Moriles, Puente Genil, La Rambla, San Sebastián de los Ballesteros y Santaella.

Cuenta con un patrimonio arquitectónico, artístico y etnográfico del que pueden destacarse la iglesia del Soterraño y la singular Plaza Octogonal en Aguilar de la Frontera.

Fernán Núñez conserva el Palacio Ducal de estilo neoclásico, uno de los edificios de carácter civil más importantes de la provincia.

Montalbán la ermita del Calvario y diferentes estilos arquitectónicos en la Asunción de Montemayor; junto a ella, el castillo que se conserva íntegro.

En Montilla sobresalen la iglesia de Santiago, el convento de Santa Clara, y el Monasterio de Santa Ana.

Los vestigios romanos de mayor entidad están en Monturque, con una cisternas de 12 cámaras.

Moriles ofrece al visitante, además de sus bodegas, la Parroquia de San Jerónimo.

En Puente Genil los templos de la Purificación, la Concepción y de Jesús Nazareno. La Parroquia de la Asunción es el monumento más importante de La Rambla.

San Sebastián de los Ballesteros pertenece a las nuevas poblaciones carolinas.

Las casas señoriales, el antiguo pósito, y la sede del Museo Arqueológico y Etnográfico, centran la arquitectura civil de Santaella, además de la Asunción, la ermita de la Vera Cruz y el Santuario de Nuestra Señora del Valle.

La fiesta más importante se centra en la Semana Santa, de interés turístico nacional. Con carácter comarcal, la Fiesta de la Vendimia Montilla-Moriles, se constituye en la plataforma promocional para los caldos de la zona. El turismo rural es otra de las opciones que ofrece la Campiña Sur. Antiguos caseríos y cortijos han sido habilitados para acoger visitantes que deseen descubrir las peculiaridades de la vida del campo y el contacto con la naturaleza, garantizándose la cobertura de todas las necesidades y comodidades actuales.

Fuente: libro “Ruta gastronómica de la provincia de Córdoba 2009”
Edita: el Día de Córdoba.
Gerente: Miguel Á. Medina.
Director: Luís J. Pérez-Bustamante.
Coordinador: José Manuel Santiago.
Redacción: Alejandro G. Cubeiro y Alejandro Ibáñez.
Diseño libro: Fernando Rivas Roldán.
Fotografía: J. Martínez, Á. Carmona, M. Á. Salas, Ó. Barrionuevo y A. Ibáñez.

Cocina con Historia… y cocinar hizo al Hombre. 


Por Alejandro Ibáñez

La cocina de Córdoba se ha formado durante milenios, consecuencia de su capacidad creadora, de su grado de desarrollo económico y social y de las influencias culturales recibidas. El hombre no fue hombre hasta que no cocinó. En su lenta evolución el primer gran descubrimiento que lo diferencia de los animales fue la transformación del alimento, lo que va asociado al dominio del fuego. Hasta entonces, como cualquier animal, vagaba por el territorio, con una gran diferencia, pues aunque lograra encontrar alimentos la mayoría ni los podría masticar y menos ingerir y digerir

Técnicamente era un estómago bípedo que, aunque cazó alguna que otra pieza, sobrevivió durante milenios gracias a las plantas, frutos secos, fruta y carroña. El descubrimiento del fuego, el dominio del principal medio de transformación culinaria de los alimentos, es una hazaña. Es fruto del raciocinio, cualidad que nos distingue de los animales. Era un medio natural en el que había que competir con grandes animales salvajes y el fuego significaría una eficaz defensa, un descubrimiento decisivo para la expansión humana pues, una vez dominado se transporta favoreciendo la exploración y conquista de nuevos territorios.

Siglos después vendría la invención de la cocina al descubrir que un producto, hasta entonces imposible de digerir, suavemente tratado por el fuego podía ser consumido fácilmente. El hallazgo pudo ser casual, tal vez un descuido, y que sentado ante el fuego se le cayese un bocado a las llamas y tras ser recuperado rápidamente experimentara un cambio favorable o tal vez por un simple juego, por experimentación.

Esta primera forma de cocinar fue difícil, a fuego directo, sin apenas útiles, sin vasijas y por tanto sin poder añadir más agua que la que contenían los propios alimentos. Faltaba otro gran invento, el descubrimiento de la cocción que va unido a la aparición de la cerámica. La cocción supone que muchos productos, animales y vegetales, que hasta ahora no se habían podido digerir, pudieran ser metabolizados por el estómago humano y se convirtieran en alimentos. Esta transformación culinaria es una mutación química que se produce en el seno del agua. Cuando se consume se puede ir reponiendo, evita la oxidación de los alimentos y permite mezclar varias materias primas y modificar sus sabores con la adición de condimentos y especias. La combinación de distintos elementos, que luego llamaremos recetas, permite graduar su poder en el sentido de satisfacer el apetito y conservar la energía durante más tiempo. Es decir se produce, a voluntad, lo que conviene comer en cada momento.

Así, a un plato preparado al fuego directo y que ha podido perder todas sus vitaminas, se le añade una guarnición que hace más armónico su poder nutritivo. A la cerámica se sumaron Agricultura y Ganadería, dominar las fuentes de alimentación y no depender exclusivamente de la caza y de la recolección. Fueron la causa de que el hombre dejase de ser nómada, el nacimiento de poblados y ciudades y superar la dependencia del medio al aportar cambios en la nutrición y la inclusión de nuevos alimentos. Sin el descubrimiento de la cocina, el hombre podría haberse extinguido hace miles de años, como otras especies salvajes ya desaparecidas. Con la cocina se aseguró su supervivencia: cocinar hizo al hombre. Cuando el homínido cocinante acampa para comer, también es muy posible que surgiera la palabra, otro importante factor que nos diferencia del medio animal.

Fuente: libro “Ruta gastronómica de la provincia de Córdoba 2009”
Edita: el Día de Córdoba.
Gerente: Miguel Á. Medina.
Director: Luís J. Pérez-Bustamante.
Coordinador: José Manuel Santiago.
Redacción: Alejandro G. Cubeiro y Alejandro Ibáñez.
Diseño libro: Fernando Rivas Roldán.
Fotografía: J. Martínez, Á. Carmona, M. Á. Salas, Ó. Barrionuevo y A. Ibáñez.

Trabajando en común. Campiña Sur. 


Por Alejandro Ibáñez

Un paisaje ondulado formado en el Terciario e ideal para su explotación agrícola, con cerros testigo que se convirtieron en pueblos–fortalezas para ir evolucionando a importantes agrociudades.

Esta mancomunidad tiene jurídica de Entidad Local de Derecho Público y está integrada por Aguilar de la Frontera, Fernán Núñez, Montalbán, Montemayor, Montilla, Monturque, Moriles, Puente Genil, La Rambla, San Sebastián de los Ballesteros y Santaella. Cuenta con un patrimonio arquitectónico, artístico y etnográfico del que pueden destacarse la iglesia del Soterraño y la singular Plaza Octogonal en Aguilar de la Frontera. Fernán Núñez conserva el Palacio Ducal de estilo neoclásico, uno de los edificios de carácter civil más importantes de la provincia. Montalbán la ermita del Calvario y diferentes estilos arquitectónicos en la Asunción de Montemayor; junto a ella, el castillo que se conserva íntegro. En Montilla sobresalen la iglesia de Santiago, el convento de Santa Clara, y el Monasterio de Santa Ana. Los vestigios romanos de mayor entidad están en Monturque, con una cisternas de 12 cámaras. Moriles ofrece al visitante, además de sus bodegas, la Parroquia de San Jerónimo. En Puente Genil los templos de la Purificación, la Concepción y de Jesús Nazareno. La Parroquia de la Asunción es el monumento más importante de La Rambla. San Sebastián de los Ballesteros pertenece a las nuevas poblaciones carolinas. Las casas señoriales, el antiguo pósito, y la sede del Museo Arqueológico y Etnográfico, centran la arquitectura civil de Santaella, además de la Asunción, la ermita de la Vera Cruz y el Santuario de Nuestra Señora del Valle. La fiesta más importante se centra en la Semana Santa, de interés turístico nacional. Con carácter comarcal, la Fiesta de la Vendimia Montilla-Moriles, se constituye en la plataforma promocional para los caldos de la zona. El turismo rural es otra de las opciones que ofrece la Campiña Sur. Antiguos caseríos y cortijos han sido habilitados para acoger visitantes que deseen descubrir las peculiaridades de la vida del campo y el contacto con la naturaleza, garantizándose la cobertura de todas las necesidades y comodidades actuales.

Fuente: libro “Ruta gastronómica de la provincia de Córdoba 2009”
Edita: el Día de Córdoba.
Gerente: Miguel Á. Medina.
Director: Luís J. Pérez-Bustamante.
Coordinador: José Manuel Santiago.
Redacción: Alejandro G. Cubeiro y Alejandro Ibáñez.
Diseño libro: Fernando Rivas Roldán.
Fotografía: J. Martínez, Á. Carmona, M. Á. Salas, Ó. Barrionuevo y A. Ibáñez.

Sierras altas y jóvenes. La Subbética.


Por Alejandro Ibáñez

La Subbética

Se trata de la comarca más joven de la provincia pues sólo tiene unos 37 millones de años, formada cuando el subcontinente indio chocó contra Eurasia, colisión que aún continúa.

La asamblea constituyente de 1987 está formada por Almedinilla, Benamejí, Cabra, Carcabuey, Doña Mencía, Encinas Reales, Fuente Tójar, Iznájar, Lucena, Luque, Palenciana, Priego de Córdoba, Rute y Zuheros. Naturaleza y cultura definen a la comarca que engloba en su interior a uno de los parques naturales de Andalucía de mayor riqueza paisajística y ecológica. Supone la puesta en el mercado de una oferta de naturaleza, Barroco, arqueología y práctica de deportes activos, como el cicloturismo de montaña por rutas con paisajes vírgenes o caminos y veredas frecuentadas antaño por famosos bandoleros. Para los que gusten de emociones fuertes aquí les aguardan actividades de parapente, espeleología y escalada. También se puede disfrutar de un paseo en piragua o vela en el embalse de Iznajar, así como las tradiciones con un amplio legado en fiestas populares, incluida la Semana Santa. La Subbética constituye una excelente oferta de ocio para aquellos que crean que unas vacaciones pueden ser algo más que sol y playa, y busquen un intercambio sociocultural que estas tierras les proporcionan.

La comarca se enclava en pleno centro geográfico de Andalucía. En la actualidad, el viajero puede elegir entre una serie de alojamientos rurales constituidos por pequeños hoteles, camping y camping-cortijo (modalidad autóctona de esta región autonómica) y cortijos en alquiler, albergues, granjas escuela, así como la Villa Turística de la Subbética, ubicada en la aldea de Zagrilla. Es una zona privilegiada en muchos sentidos, paso natural entre Andalucía Oriental y Occidental, que comunica Jaén, Granada, Málaga y Sevilla. Ha recibido el impacto de muchas y muy variadas formas culturales desde el más remoto pasado. Abundantes recursos naturales, vegetales, animales y minerales, junto a condiciones climáticas favorables han propiciado el asentamiento de grupos humanos desde la Prehistoria.

Fuente: libro “Ruta gastronómica de la provincia de Córdoba 2009”
Edita: el Día de Córdoba.
Gerente: Miguel Á. Medina.
Director: Luís J. Pérez-Bustamante.
Coordinador: José Manuel Santiago.
Redacción: Alejandro G. Cubeiro y Alejandro Ibáñez.
Diseño libro: Fernando Rivas Roldán.
Fotografía: J. Martínez, Á. Carmona, M. Á. Salas, Ó. Barrionuevo y A. Ibáñez.

Tierras turdetanas deseadas. Guadajoz. 


Por Alejandro Ibáñez

Guadajoz

La riqueza agrícola de esta comarca, marcada por el viejo Salsum Flumen, favorece su ocupación por oppida, ciudades fortificadas, y protegidas por torres de vigilancia de estructuras ciclópeas.

Esta mancomunidad está compuestas por los municipios de Baena, Castro del Río, Espejo, Nueva Carteya y Valenzuela, además de las pedanías de Albendín (Baena) y Llano del Espinar (Castro del Río). Los pueblos de la comarca se extienden entre ríos y olivares. La vega con acequias de albaricoque, granados e higueras, se abre a la campiña con el paisaje ondulado de las terrazas altas con espigas de un Guadajoz, que aguas arriba emboca, entre un mar de olivos, las aguas serranas de Jaén y Córdoba. Un paisaje de vega, campiña, monte y olivar sobre suelos fértiles entre macizos calizos que coronan lomas y llanos a pie de monte, vetas de sal y yeso.

Hay infinitas posibilidades turísticas. Baena está presidida por la Almedina en la que sobresalen el castillo, Santa María la Mayor y el convento Madre de Dios. Castro del Río es un ejemplo más de pueblofortaleza, organizado en la cima de una colina y amurallado en torno a lo que fue la primitiva ciudad, hoy barrio de la Villa. En Espejo se debe visitar el castillo, la iglesia de San Bartolomé y las ermitas de Santo Domingo, Santa Rita y la capilla de San Miguel. Nueva Carteya es el más joven de todos, fundado en 1822, es una villa con forma triangular, con calles trazadas en perpendicular precisión matemática y Valenzuela es uno de esos municipios privilegiados que aún conservan todas las esencias de su genuino sabor a pueblo potencial arqueológico, con yacimientos desde época ibérica, algunos visitables y otros reconocibles en sus museos.

En esta comarca impera la cultura del aceite, una de sus señas de identidad, de un carácter mitológico y que determina toda una idiosincrasia y unas costumbres que llenan de singularidades a las gentes de este lugar.

Fuente: libro “Ruta gastronómica de la provincia de Córdoba 2009”
Edita: el Día de Córdoba.
Gerente: Miguel Á. Medina.
Director: Luís J. Pérez-Bustamante.
Coordinador: José Manuel Santiago.
Redacción: Alejandro G. Cubeiro y Alejandro Ibáñez.
Diseño libro: Fernando Rivas Roldán.
Fotografía: J. Martínez, Á. Carmona, M. Á. Salas, Ó. Barrionuevo y A. Ibáñez.

Las herencias de nuestra cocina. Córdoba. 


Por Alejandro Ibáñez

Córdoba

Córdoba es considerada por muchos la Capital de la Cultura Gastronómica. Este título puede ser recibido gracias a las recetas que romanos, árabes, fenicios, griegos y cristianos le han regalado.

El fondo de nuestras cacerolas se comenzó a cocer hace unos 2.700 años, con la llegada de griegos y fenicios y con ellos el olivo que los romanos extendieron por nuestro territorio. La cocina mediterránea no podría existir sin el aceite de oliva y sus múltiples funciones en cada plato: da sabor, color y aroma, modifica las texturas, transmite el calor, integra los alimentos, personaliza e identifica un plato y es compatible con todos los sabores. Hasta llegar aquí el aceite de oliva ha “sufrido” mucho.

La influencia culinaria de Roma se conoce muy bien gracias a numerosas fuentes escritas y arqueológicas y, dando de lado algunos excesos ridículo, fue una dieta rica en hidratos de carbono que aportaban harinas, hortalizas y legumbres con los complementos proteicos de la leche, los huevos y la carne y, en menor medida, por las dificultades de conservación y captura, el pescado, que solía mezclarse con queso blanco, y era un buen receptor de plantas aromáticas. Herencia romana pura es el gusto por la carne de cerdo, la más solicitada por sus múltiples formas de prepararse y porque es la que mejor liga con las salsas, a las que, también, eran muy aficionados los romanos.

Curiosamente tenían la costumbre de hervir la carne y después asarla, lo que supone una pérdida de proteínas. Se debía a que rechazaba la sangre animal y cuando hervía la carne la dejaba perfectamente preparada para asarla ya que se prefería la “carne doradita”. Roma llevará el cerdo a su punto más alto, marcando las pautas sobre las reglas para la crianza, matanza y preparación de todos sus productos derivados destacando en la invención de la fórmula, casi mágica, que hizo posible que ciertos productos efímeros pasaran a ser casi eternos, los embutidos.

Para la Gastronomía Andalusí también contamos con abundantes fuentes literarias y arqueológicas que la definen como una cocina oriental que adopta las costumbres hispano-romanas y utiliza productos autóctonos. Su marcado carácter popular nos queda en nuestra inclinación por dulces y fritos. Pan, sopas, potajes y pastas ocuparon un puesto destacado en la alimentación. También abundaban frutas y verduras. La carne se consumía muy troceada, con abundantes especias y bastante vinagre para ablandarla y facilitar la digestión. También fueron muy populares las albóndigas, y la carne de caza, con mucho aceite y ajo. El pescado era un plato de zoco, muy consumido en fritura por las clases populares.

 ¿Qué nos ha quedado de esta alimentación variada, abundante y equilibrada que los cristianos viejos intentaron eliminar tras la Reconquista? Innumerables platos, en general todos aquellos en los que predominan el majado. Esta influencia está muy presente también en los dulces: fritos emborrizados en miel, hojaldres de ajonjolí, masas de harina perfumadas con limón como perrunas, tortas de aceite, alfajores, mazapanes, turrones o pestiños.

Hay dos aspectos curiosos que marcan nuestra cocina. El aceite de oliva y el pescado. La historia del aceite, relacionada con el comercio, la medicina, la iluminación, la cosmética y muy especialmente con la alimentación está muy ligada al mundo romano y a toda la cuenca del Mediterráneo.

Pese a sus reconocidas propiedades y dejando a un lado la mala prensa que le hicieron los obtenidos de semillas, ha tenido más que malas rachas. En la cocina bajomedieval y renacentista tuvo escasa consideración, se reservaba para los días de abstinencia de carne, y su utilización para el pescado y las ensaladas, se convierte en símbolo de penitencia.

Lo habitual era cocinar con grasa de cerdo, signo de cristiano viejo, porque “sin tocino la olla el diablo se la coma”. Como base de salsas no comienza a utilizarse hasta el s. XVII, al que se añaden ajo y cebolla. Las especias, costosas y más difíciles de conseguir entonces, dan paso a una cocina tradicional que, con la excepción del anís, el comino y el azafrán, por su color y propiedades de tónico cardiaco, recurre a las hierbas aromáticas, hierbabuena orégano, perejil, cilantro, e hinojo para de dar color y sabor a sus platos.

Lo mismo ocurre con el pescado, consumido en fritura por las clases populares musulmanas, no aparece en las altas mesas andalusíes para distinguirse de los cristianos que debían consumirlo por obligación religiosa. La carne, signo de riqueza, podía generar violencia y deseo sexual, por lo que la Iglesia Católica la desaconsejaba y prohibía más de 150 días al año entre abstinencias, vigilias y cuaresmas. Comer pescado, al que no se atribuía ninguna propiedad nutriente ni por los médicos, y encima por mandato, parece que fue una de las causas de nuestra ancestral aversión al mismo.

Fuente: libro “Ruta gastronómica de la provincia de Córdoba 2009”
Edita: el Día de Córdoba.
Gerente: Miguel Á. Medina.
Director: Luís J. Pérez-Bustamante.
Coordinador: José Manuel Santiago.
Redacción: Alejandro G. Cubeiro y Alejandro Ibáñez.
Diseño libro: Fernando Rivas Roldán.
Fotografía: J. Martínez, Á. Carmona, M. Á. Salas, Ó. Barrionuevo y A. Ibáñez.

Fash Al-Ballut, el llano de las bellotas. Los Pedroches. 


Por Alejandro Ibáñez

Los Pedroches

La denominación de Valle de Los Pedroches, cuando en realidad se trata de una penillanura bordeada de montañas, no es más que una ensoñación literaria ajena e independiente a la Geografía

A esta inmensa azotea de la sierra, como la definió el poeta – arqueólogo Juan Bernier, se llega tras superar el mítico Puerto del Calatraveño.

Es una penillanura, no un valle, que conforma una comarca de las mejores definidas formada por los municipios de Alcaracejos, Añora, Belalcázar, Cardeña, Conquista, Dos Torres, El Guijo, El Viso, Fuente la Lancha, Hinojosa del Duque, Pedroche, Pozoblanco, Santa Eufemia, Torrecampo, Villanueva del Duque, Villaralto y Villanueva de Córdoba.

Los restos arqueológicos de diversas épocas prehistóricas aparecidos en muchos puntos de su geografía dan fe del antiguo poblamiento de esta tierra desde la más remota antigüedad.

Pero sin lugar a dudas, fue durante la dominación romana cuando Los Pedroches gozó de una gran importancia debido a su riqueza ganadera y a los minerales obtenidos de su subsuelo.

La conquista árabe fortaleció aún más esta dedicación ganadera de la cora de Fash al-Ballut, el llano de las bellotas que fue la denominación que los musulmanes otorgaron a la zona.

Es granito puro, materia prima de arquitectos y canteros a lo largo de los siglos para levantar iglesias catedralicias, ermitas tardogóticas y casas populares de labrados dinteles.

Cercada por un conjunto de sierras que la delimitan geográficamente, constituye un ecosistema mediterráneo de dehesas resultado de unas prácticas agrícolas milenarias respetuosas con un medio natural que ha proporcionado a sus habitantes todo su sustento durante siglos.

En Los Pedroches los viejos oficios siguen estando muy presentes en la actividad cotidiana de sus gentes. Forja de metales, talla en madera, trabajos en cuero, elaboración de calzado, cerámica, granito y cuchillería son sólo algunos ejemplos de la actividad que desarrollan diariamente las sabias manos de unos hombres que mantienen con su quehacer esta herencia.

Fuente: libro “Ruta gastronómica de la provincia de Córdoba 2009”
Edita: el Día de Córdoba.
Gerente: Miguel Á. Medina.
Director: Luís J. Pérez-Bustamante.
Coordinador: José Manuel Santiago.
Redacción: Alejandro G. Cubeiro y Alejandro Ibáñez.
Diseño libro: Fernando Rivas Roldán.
Fotografía: J. Martínez, Á. Carmona, M. Á. Salas, Ó. Barrionuevo y A. Ibáñez.

 

Tabernas de Córdoba 2.0.


Por Alejandro Ibáñez

“SANTUARIO líquido, templo mitral donde yace vivo el ídolo de oro” era la definición de taberna del poeta, arqueólogo, y amigo de sus amigos Juan Bernier, a quien era fácil encontrar charlando amigablemente ya fuera del Grupo Cántico, del mundo tartésico o de su último viaje a Cartago. Y es que las tabernas no son lugares de paso, sino de reposo; territorio de todos, generosas en la acogida, donde se puede elegir entre la soledad reflexiva ante la copa, o la charla con los ocasionales o con los amigos. Las tabernas favorecen la sociabilidad, facilitan la comunicación, el intercambio de preocupaciones o alegrías, sirviendo el buen vino como catalizador de las relaciones humanas, se convierten en lugares de encuentro y convivencia netamente enraizados en las costumbres de los cordobeses. 

El hombre es un ser de costumbres al que le gusta reunirse, desde la noche de los tiempos, en torno a un placer histórico, el vino, y su enigmático descubrimiento: ya fuera el mítico Noé, el divino Dionisios o el raciocinio humano del Neolítico, allá por el 4.000 a. n. e. con el descubrimiento de la agricultura. La llamada romanización trajo el término taberna que, en principio, no era más que el nombre que se daba a los locales comerciales en los bajos de las casas. Con el tiempo quedó sólo para aquellos establecimientos donde se reunían los hombres a tomar algo de vino con los amigos y la Colonia Patricia tuvo también sus tabernas, hecho que ha sido constatado por la Arqueología.

En la antigüedad clásica el vino se consumía puro solamente por prescripción médica, se tomaba mezclado con agua y miel y más caliente que frío y, además, era cosa de hombres. A las mujeres les estaba prohibido no sólo entrar en las tabernas sino el propio consumo, que una mujer casada bebiese vino era causa de divorcio. Pese a las leyendas urbanas los romanos, en general, fueron bastante sobrios en el beber porque entendían que el exceso embotaba el gusto y lo consumían en las comidas moderadamente, aunque a partir del emperador Claudio se pierde el control, se hace moda beber en ayunas y tomar vino como aperitivo antes de comer. Con los visigodos fue moda beberlo en copas de vidrio, creían que éstas se quebrarían si estaba adulterado. Otra leyenda urbana parecida a las de las bacanales romanas se refiere a Al–Andalus y su tradicional prohibición de beber vino, pues por las fuentes escritas se sabe que fueron muy ambiguos en este aspecto. Curiosamente se prohibía la tenencia y el cultivo pero respecto al consumo… no se conoce ninguna sentencia judicial que condene el beber vino. Las tabernas y taberneras de Córdoba en la época de Alhaken I fueron siempre famosas, sobre todo las de Secunda, al otro lado del río, uno de los lugares preferidos por los jóvenes musulmanes para beber tranquilos (y dicen que lo del botellón es moderno). Los textos nos hablan de la costumbre en el beber, tanto al alba, como le gustaba al hijo de Almanzor, Abderramán Sancho, como al anochecer, o de los modos de servirlo y como había quienes consideraban una pérdida de tiempo esperar mucho para beber.

Conscientes de que estos auténticos santuarios guardan la Historia de Córdoba un grupo de taberneros de la ciudad y la provincia, con emprendedores como Matías Vega, Manolo Bordallo, Baldomero Gas, Pepe Salamanca, Rafa Gavilán y Ángel Morales a la cabeza han constituido la Asociación Club de Producto Turístico Tabernas de Córdoba con objeto de mantenerlas y relanzarlas promocionado ese patrimonio gastronómico que son las tapas y el fantástico y único vino de la D. O. Montilla – Moriles, y en consecuencia a nuestro territorio, como un atractivo turístico más. No se trata exclusivamente de vender vino sino de proyectar la ciudad y la provincia al exterior por medio de nuestros excelentes productos con acciones, ya en marcha, como la creación de un logotipo y la mascota “Tabernas de Córdoba” o la edición de un libro de recetas de nuestras singulares tapas. La inquietud de estos nuevos emprendedores que creen en el desarrollo a través del trabajo incansable les lleva a participar en las Rutas Literarias de las Tabernas y el Vino que por tercer año consecutivo pone en marcha el Patronato Provincial de Turismo de la Diputación de Córdoba con la colaboración y el patrocinio de Turismo Andaluz S. A., el Consejo Regulador de la D. O. Montilla Moriles, Hostecor y las Editoriales Almuzara, Edisur y El Almendro así como están totalmente abiertos a la colaboración con el Master en Ciencias Gastronómicas de la Cátedra de Gastronomía de Andalucía, un novedoso proyecto que nace como muestra del acercamiento de Universidad y Empresa y, como consecuencia, en beneficio de nuestra Córdoba del alma.

Fuente: Opinión
Edita: el Día de Córdoba.

 

 
 
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